Karl Lagerfeld congeló el Grand Palais parisino con la puesta en escena de su colección para la temporada Otoño-Invierno 2010/2011 de CHANEL, un enorme glacial, con algunas piezas traídas de los países escandinavos, dominaba la estancia por la que desfilaron las modelos.
El hielo también sirve de inspiración para la paleta de colores, formada por tonos fríos como azules, grises, blancos y negros, a los que acompañan ciertas pinceladas de marrones.